A PROPÓSITO DE LA APROBACIÓN DE LA LEY ORGÁNICA DE EDUCACIÓN (LOE)
La ley
es un cuadro con mucho marco en cuyo lienzo no aparece dibujada la
realidad de los centros ni la salida para recuperarlos y para buscar
una enseñanza de calidad. El texto nos parece insuficiente
porque está ausente en él la tensión
académica y porque no ofrece respuestas a
un mundo globalmente más competitivo. No sirve de lanzadera
hacia metas más altas para profesores y alumnos. En la que
pretendía ser una ley marco, el Estado abandona
sus responsabilidades y deja todo –contenidos básicos, control,
coordinación- en manos de la Comunidades Autónomas. El
tratamiento de la diversidad tendrá éxito si se practica con grupos homogéneos y grupos
más reducidos. Ello conlleva más profesores para las
disciplinas académicas y otro tipo de funcionarios para tareas
específicas como vigilancia, guardias (cuidadores, asistentes,
entretenedores). Esto será posible si es que de verdad llega a
haber financiación y no queda todo en palabras. La
autonomía de los centros puede quedar mutilada por el inveterado
intervencionismo administrativo y las medidas de atención a la
diversidad tienen que ser muy flexibles y programadas en los centros
según sus características. Es necesario que la
autonomía académica sea ejercitada con criterios de
gestión privada en la toma de decisiones y resolución de
problemas. Los
planes de refuerzo académico y de orientación para los
alumnos fuera de horario tienen un tufo
propagandístico. El profesorado prefiere que esos medios
funcionen y se apliquen en el horario normal. A la
ley le sobra ideologización y es un mal comienzo que en la
traída y llevada Educación
para la Ciudadanía
no hayan intervenido profesionales de la filosofía, la
ética y la antropología. En la
aprobación de esta ley educativa se ha perdido mucho tiempo, no
se ha conseguido el consenso; ha habido demasiado desgaste y
distanciamiento de posturas. Para llegar hasta aquí ¿era
necesaria una nueva ley? ¿no hubiera valido la pena consensuar
algunos aspectos de la LOCE? Como
siempre los profesores, que ya conocen el terreno de operaciones, si se
les dejan las manos libres, harán fértil esta ley que no
está cercana a la realidad de las aulas y que no ha atendido al
profesorado que ejerce. 7 de
abril de 2006 |