La unidad de este libro es
fundamentalmente temática, la experiencia vital personal. Su
desarrollo sigue la trayectoria de la construcción de la propia
voz, desde los poemas iniciales, más inseguros, a los del
presente, visible en ellos todavía la espontaneidad juvenil,
pero también visibles los momentos fuertes y las muchas horas de
lecturas y comentarios de texto. Libro lineal, si queremos, pero lejos
de una actitud romántica, no hay retórica sentimental,
aunque Bécquer aflore en los poemas de adolescencia, sino palabra en el tiempo, con todas las
contradicciones e inseguridades que los términos palabra y
tiempo provocan, asumidos desde la serenidad del día a
día.
En este libro
también están los ecos de los grandes maestros de la
poesía del siglo XX español: Juan Ramón y Antonio
Machado. Soledades o Diario de un poeta recién casado son
libros por los que transita desde muy joven, guiado por su padre en la
orilla almeriense, hasta convertirse en un sustrato que aflora en la
percepción del entorno. Quizás, esa base, sea un punto de
encuentro con la Generación del 27, evocada,
explícitamente, en citas que encabezan poemas a lo largo del
libro; pero será sobre todo Pedro Salinas y su Voz a ti debida el maestro en el
lenguaje y de los entimientos, en la relación con la mujer
amada, lejana y cercana a la vez, en una dialéctica constante
que forma la esencia de la propia identidad, soledad radical del
hombre, dificultad de comunicación, pero a la vez existencia en
otro, comprensión de la propia vida a través del otro.
Poesía de la
experiencia o experiencia poética, el libro se aferra desde el
título, Diecinueve recuerdos
y algunos versos, a ser la huella de lo sentido y lo vivido, en
el azar de un número arbitrario y de unos versos sueltos.
Extraído de la
presentación del libro realizada por Concha Argente